El Colegio Juan Pablo II de Parla y su veneración a Santa Faustina Kowalska

En el corazón del Colegio Juan Pablo II de Parla, la figura de Santa Faustina Kowalska ocupa un lugar especial. Esta veneración tiene su origen en una experiencia inolvidable durante el primer viaje de fin de curso a Polonia, “Tras las Huellas de San Juan Pablo II”, en el año 2021, donde el colegio recibió una reliquia de primer grado de la Santa en el convento de las Hermanas de la Madre de Dios de la Misericordia en Cracovia, de manos de la Madre Superiora de las Hermanas de Nuestra Señora de la Misericordia.

Tras la huellas

Recibir una reliquia de este tipo es un proceso que conlleva una serie de desafíos y consideraciones. Estas reliquias, que consisten en partes del cuerpo de la Santa, son altamente valoradas por su conexión directa con la santidad y el legado espiritual del santo. Debido a su importancia, la concesión de estas reliquias está estrictamente regulada por la Iglesia Católica. Generalmente, solo se otorgan a instituciones religiosas o comunidades que demuestran un compromiso genuino con la fe y la devoción al santo en cuestión. 

Además, el número limitado de reliquias de primer grado disponibles hace que su obtención sea aún más difícil. A medida que los santos son canonizados y sus cuerpos son venerados, las reliquias se convierten en tesoros espirituales muy buscados. Esto significa que muchas comunidades deben esperar años o incluso décadas para recibir una reliquia significativa. La entrega de una reliquia de primer grado, como la que recibimos el Colegio Juan Pablo II de Parla durante su viaje a Polonia, es un acontecimiento excepcional que no solo fortalece la fe de la comunidad, sino que también establece un vínculo tangible con la vida y enseñanzas de Santa Faustina Kowalska. Cabe destacar que no existen precedentes de otro colegio aquí en España de carácter laico y civil que presuma de este honor.

Además nuestra capilla está dedicada a la Divina Misericordia en honor a Santa Faustina, capilla en la que está expuesta su reliquia para la veneración de todos, junto a una gota de sangre de San Juan Pablo II que nos entregó en la misma visita el cardenal Dziwisz (secretario personal de Juan Pablo II durante 40 años).

Nuestra Capilla de la Divina Misericordia fue inaugurada el 1 de marzo de 2023, en una ceremonia presidida por Monseñor José María Avendaño, obispo auxiliar de la diócesis de Getafe.

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¿Qué son las Reliquias?

Las reliquias son objetos sagrados que tienen una conexión directa con los santos. Se clasifican en tres grados:

  1. Reliquias de primer grado: Son partes del cuerpo del santo, como huesos o cabello. Estas son consideradas las más sagradas.
  2. Reliquias de segundo grado: Son objetos que pertenecieron al santo o que él usó en vida, como vestimentas o libros.
  3. Reliquias de tercer grado: Son objetos que han estado en contacto con las reliquias de primer o segundo grado.

La reliquia que tenemos en el Colegio Juan Pablo II de Parla es una reliquia de primer grado, lo que significa que está directamente relacionada con la vida y santidad de Santa Faustina, lo cual es un gran honor y motivo de alegría para toda la comunidad educativa.

Reliquia

Breve Historia de Santa Faustina

Santa Faustina Kowalska, nacida el 25 de agosto de 1905 en Głogowiec, Polonia, fue la tercera de diez hijos en una familia campesina. Desde muy joven, mostró un profundo deseo de servir a Dios y dedicarse a la vida religiosa. A los 20 años, después de trabajar como sirvienta para ayudar a su familia, ingresó a la Congregación de las Hermanas de la Madre de Dios de la Misericordia en Varsovia.

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Durante su vida en el convento, Faustina experimentó numerosas visiones y revelaciones místicas que transformaron su vida y su misión. En 1931, mientras estaba en Płock, tuvo una visión de Jesús que le pidió que pintara su imagen con la inscripción «Jesús, en Ti confío». Esta imagen se convertiría en un símbolo central de la devoción a la Divina Misericordia.

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A lo largo de su vida, Santa Faustina recibió mensajes sobre la misericordia divina y cómo debía ser proclamada al mundo. En su famoso Diario, titulado «Divina Misericordia en mi alma«, documentó sus experiencias espirituales y las instrucciones que recibió directamente del Señor. En este diario, enfatiza la importancia de confiar en la misericordia de Dios y el llamado a vivir una vida llena de amor y compasión hacia los demás.

Faustina también promovió prácticas devocionales como la Coronilla a la Divina Misericordia y la Hora de la Misericordia (a las 3 p.m.), momento en el cual se recuerda la Pasión de Cristo. A través de estas oraciones, ella enseñó que todos pueden acercarse a Dios con confianza y pedir su misericordia.

A pesar de sus profundas experiencias espirituales, Santa Faustina enfrentó muchas dificultades durante su vida. Sufrió problemas de salud que afectaron su capacidad para llevar a cabo sus deberes como religiosa. Sin embargo, siempre mantuvo una actitud positiva y un fuerte sentido del propósito divino detrás de sus sufrimientos.
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Faustina falleció el 5 de octubre de 1938 a los 33 años debido a complicaciones relacionadas con tuberculosis. Su vida fue breve pero intensa; dejó un legado espiritual que ha impactado a millones alrededor del mundo.

Fue beatificada por el Papa Juan Pablo II el 18 de abril de 1993 y canonizada el 30 de abril del año 2000. El mismo Papa instituyó la Fiesta de la Divina Misericordia para celebrarse el domingo después de Pascua, destacando así su mensaje central: que Dios es amoroso y misericordioso.

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La devoción a Santa Faustina ha crecido enormemente desde su canonización, convirtiéndose en un faro para aquellos que buscan consuelo y esperanza en tiempos difíciles. Su vida nos recuerda que todos estamos llamados a ser instrumentos del amor y la misericordia divina en nuestro mundo.

 

La Coronilla a la Divina Misericordia

En el Colegio Juan Pablo II de Parla  rezamos todos los días la Coronilla a la Divina Misericordia, una oración de carácter voluntario para todos nuestros alumnos. 

Esta oración que fue enseñada por Jesús a Santa Faustina, y se reza utilizando un rosario común, implorando la misericordia divina para nosotros y para todo el mundo.

La Coronilla consiste en cinco grupos de diez Avemarías precedidos por un Padre Nuestro y un Credo. Durante cada grupo, se reza:

«Por Su dolorosa Pasión,
ten misericordia de nosotros
y del mundo entero.»