Saludar a los demás, preguntar a los otros qué tal están, compartir lo que uno tiene (especialmente lo que más gusta), acostumbrarse a pensar qué necesitan los demás y realizar acciones generosas sin esperar nada cambio son algunos actos muy sencillos que podemos enseñar a nuestros hijos para que aprendan a ser solidarios con los demás.

Y, como en todo, el ejemplo de los mayores es lo que cuenta. Así que en el colegio nos hemos puesto ¡manos a la obra!

La última semana de febrero emprendimos un viaje de fraternidad.

Julieta, desde Cáritas, dio una charla a cada curso en el colegio y nos enseñó la importancia que tiene ser solidarios y ayudar al prójimo. “No todo el mundo es tan afortunado como nosotros”, comentó. ¡Toda la razón!

El colegio se ha volcado este año con los más necesitados, bajo el lema “Un mundo sin hambre”. Las puertas del colegio se abrieron cada mañana para que las familias colaboraran con comida. Es la “operación kilo”. Hemos conseguido 241 kilos. Gracias, familias, por vuestro ejemplo.

Y a la hora del almuerzo: ¡el bocadillo solidario!  Nuestros alumnos adquirían sus bocatas y zumos para colaborar en lograr ese mundo sin hambre.

Muchísimas gracias a todos aquellos que lo habéis hecho posible.


Colegio Juan Pablo II – La Inmaculada