San Juan Pablo II, también conocido como “El papa viajero”, fue festejado por todo lo alto en nuestro colegio. Se trata de una devoción extendida por los cinco continentes, y como patrón nuestro no podía ser menos.

El pasado viernes 19 de octubre, el colegio Juan Pablo II – la Inmaculada quiso transcender de la tierra al Cielo, tal y como nuestro patrón hizo toda su vida, transmitiendo la alegría y la paz allá por donde fue. Allá por donde iba, el mundo parecía un poco mejor.  Por una vez al año todos los cursos nos unimos en una misma causa: recordar a aquel santo que tanto bien hizo.

San Juan Pablo II, como buen pastor, fue conmemorado en la iglesia de San Miguel, juntando de esta manera a todos los alumnos y profesores del centro en la Eucaristía, que es sinónimo de la comunión de todos los cristianos. Fue una Misa repleta de cantos y peticiones, en los que todos los presentes poníamos nuestras mejores intenciones y propósitos de mejora.

Al acabar la Santa Misa, los alumnos de secundaria participaron en diferentes actividades lúdicas mientras que los alumnos de Infantil y Primaria permanecían en sus clases tratando diferentes aspectos de la vida de san Juan Pablo II, así como haciendo un mural del santo por cada clase.

Todo el colegio quedó decorado con los motivos del santo, invitándonos a compartir la importancia del Pontífice para nuestro colegio, de la misma forma que nos encomendamos a él para nuestros quehaceres diarios, intentando santificar nuestro trabajo, así como el estudio con el propósito de construir una sociedad más justa y un mundo más sencillo en el que podamos convivir.

Una vez que los alumnos de secundaria finalizaron los juegos en honor a san Juan Pablo II, le tocó a los de Primaria, mientras los alumnos de Secundaria regresaron a sus clases para realizar lo que acababan de hacer sus compañeros más pequeños.

Motivación no faltó, los alumnos se entregaron en las diferentes actividades, se dejaron la piel en cada juego. Esto provocó un hambre voraz, que se pondría de manifiesto a la hora de comer; la jornada fue festejada con refrescos y una comida excepcional, reservados para días como este.

A última hora, cada clase de Infantil y Primaria vio una película sobre la vida de san Juan Pablo II, adaptada a la edad de los alumnos. Queremos de esta manera que el santo interceda por nosotros, que sea para nosotros ejemplo de entrega en santidad a todas las personas independientemente de su condición y vivencias, sin tener en cuenta la situación geográfica y social en la que se encuentre. Muchas gracias Juan Pablo II por enseñarnos tanto, y te pedimos que intercedas por nosotros desde el cielo.

Y así es como culmina la fiesta de celebración de este año, y hasta la fiesta del año que viene.

¡Muy feliz día de san Juan Pablo II!