El cardenal de la diócesis de Madrid pasó la mañana del viernes conversando con alumnos y profesores del colegio Juan Pablo II- La Inmaculada. La que sigue es la breve crónica de una visita histórica que tuvo momentos entrañables.

Cercano, agradable en el trato y generoso en su tiempo con nosotros, son algunos de los atributos que profesores, padres y alumnos otorgaban a D. Carlos Osoro, cardenal de la diócesis de Madrid, tras la visita que éste realizó al colegio Juan Pablo II- La Inmaculada, de Guadarrama el pasado viernes, 3 de noviembre.

Y es que al cardenal se le vio muy a gusto durante las más de tres horas que permaneció en el centro. Recibido a la puerta del mismo por Juan Carlos Corvera, presidente de Educatio Servanda, Cristina Madrid, directora del colegio, y el capellán D. Juan Antonio Martínez, el purpurado no tardaría en comprobar la expectación que su presencia había de despertar entre el alumnado. Como no podía ser de otro modo, los primeros en acogerle fueron los de la etapa de Infantil.

Bien es cierto que los pequeños supieron aprovechar bien la presencia del cardenal, pues además de cantarle, no se cortaron un pelo a la hora de preguntarle de todo, pero no es menos cierto que Osoro, que no escatimó locuacidad alguna en sus respuestas, supo satisfacer bien la curiosidad de los infantiles. Su pasión por la enseñanza, su precoz vocación sacerdotal –a los ocho años reconoció que ya quería ser sacerdote-, y la intensa agenda que ha de afrontar cada día en su calidad de obispo, fueron glosadas al detalle ante unos niños que se mostraron de principio a fin se mostraron insaciables.

Durante su recorrido por el colegio, en el que tuvo oportunidad de conversar con alumnos de Primaria y Secundaria, el purpurado, que fue profesor en su día, insistió en la alegría que le embargaba cada vez que entra en un aula. La razón es que veo en el aula, – y así debéis verlo vosotros también- un santuario donde el profesor debe mostrar el rostro de Cristo”. Un mensaje éste que no se cansó de repetir una y otra vez en las diferentes clases en las que entró.  “Frente a quienes hacen ideología con el Evangelio –enfatizaba el cardenal- nosotros debemos mostrar el rostro de Cristo, pues Él está aquí con todos nosotros”.

Fueron muchos y valiosos los consejos de vida que Osoro dio a los escolares. Especialmente emotivo fue el instante en el que el cardenal, con una gran imagen de Juan Pablo II, proyectada en la pared, evocando aquellas históricas palabras que marcarían su papado, pidió a los allí presentes que no tuvieran miedo, “porque el miedo invita al retraimiento” y vosotros no debéis retraeros. Muy por el contrario, debéis ser valientes y mostrar siempre el rostro de Jesús.

Pese a su apretada agenda, D. Carlos Osoro aún tuvo tiempo de conversar, en un desayuno informal, con un nutrido grupo de profesores, representantes de padres, y responsables de la Fundación. Desayuno interesantísimo en el que el cardenal dirigió potentes palabras que, por su interés, reproducimos en otra noticia.

Con la canción “Gracias a ti”, un emblema para los colegios Juan Pablo II, culminaba esta visita histórica que minutos antes había sido precedida por el rezo del Ángelus en la capilla del colegio. Allí, alumnos de ESO, cantaron una canción a la Madre de todos, la Virgen María.

“Somos muy afortunados por haber vivido un día tan especial como éste”. Son las sentidas palabras de Adela Caño, maestra de Infantil, que, a buen seguro, suscriben todos los educadores del colegio.